Siempre he reconocido mi ignorancia en el campo de la música, particularmente en sus áreas más especializadas, pero mi interés por lo contemporáneo y por lo que se sale de la norma me ha llevado a informarme y ha querer saber más y más sobre la soprano Fátima Miranda (no dejéis de hacer clic en el enlace para ir a su página web, que maravillosa). Descubrí su nombre en una noticia que llamó mi atención, no tanto por el titular que hablaba de un premio para mí desconocido ("Fátima Miranda recibe el premio Demetrio Stratos"), cuanto porque en el cuerpo de la información se decía que era "una de las voces más reconocidas en el canto difónico" y que entre los artistas con los que ha colaborado se encontraba Wolf Vostell, ya desaparecido miembro de Fluxus, que es uno de los movimientos artísticos que más me interesan tanto en la teoría como en la práctica.
El descubrimiento ha sido proverbial; me he quedado enganchada Fátima Miranda, ¡que además es española, de Salamanca y Licenciada en Historia del Arte!
Este "Desasosiego" me parece maravilloso:
Y he aquí una inquietante y a un tiempo hipnótica demostración de lo que es el canto difónico. ¡Es increíble lo que puede hacer la voz humana!
2 comentarios:
El canto de Fátima me recuerda las llamadas a la oración que cuando niño oía, recitar diariamente, al muecin desde el minarete de la mezquita, allá en mi pueblo marroquí,donde lo de menos es la letra, y lo importante es llegar al espíritu del que quiere comunicarse con otro espíritu más alto. Así lo hace la naturaleza en el canto de sus aves,y nos recuerda los matices capaces en el ruiseñor.
Maravillosa, no la conocía, pero sí admiro la belleza. Un aplauso.
¡Viva Salamanca! "Qui natura non da, Salmantica non presta".
Bonito.
(En una semana teestoy abrazando y haciendo fotos, ay!)
Besosbesosbesos*
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