domingo, 21 de marzo de 2010

Cosmopoética 2010


Desde mediados de marzo y hasta el próximo 26 de abril Córdoba vuelve a convertirse, por séptimo año, en la capital mundial de la poesía con el gran encuentro literario COSMOPOÉTICA 2010 que, como siempre, reunirá a algunas de las firmas más destacadas de la poesía internacional del momento. Además, este año el festival contará con varias actividades para conmemorar el centenario del nacimiento de Miguel Hernández; el proyecto "En-bíciate con la poesía"; los ciclos "Noctámbulos" y "Trovadores"; el proyecto "Cosmoarte", que es una mirada a la poesía desde diferentes exposiciones artísticas; y el I Concurso Internacional de Videopoemas.

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martes, 16 de marzo de 2010

Las cartas de Delibes en Televisión Española

El pasado domingo el Telediario de La 1, Televisión Española emitió, a mediodía, un reportaje sobre la actividad epistolar de Miguel Delibes, en el que aparece este Vals de los Elefantes y la carta que el ilustre vallisoletano me envió cuando yo aún era una estudiante de periodismo.

(para escuchar los vídeos sin interferencias apagad la música ambiental del blog en el reproductor que hay a la derecha)



Esa misma tarde, un equipo de los informativos de TVE visitó la tertulia literaria a la que acudo un domingo al mes (justo coincidió que era ese) y me pidió que hablase ante la cámara de la mencionada carta. He aquí lo que finalmente se emitió de la entrevista que me hicieron:





El precioso escenario en el que me hallo enmarcada es la casa de Chema y Marina, que ese día ejercían de anfitriones de la tertulia. Por si os preguntáis quién es el caballero de la pipa, se trata del escritor Álvaro Fierro y la hermosa dama que está sentada a mi lado en el sofá es la soprano Estela Ortega; a su derecha, tratando de mimetizarse con la tapicería (apenas se distingue uno de sus brazos y quizá la audaz punta de su nariz), se adivina al pianista Carlos Rodríguez Acosta. El resto de contertulios aparecen como fugaces rostros (y entre ellos está Pedro, mi imprescindible Pedro). A todos los quiero y admiro, pues constituyen un grupo brillante de personas cultas, inteligentes, divertidas y generosas en el afecto y la amistad. Aunque el reportaje no hace justicia a tan significativo grupo, fue divertido compartir esa experiencia con ellos y me agrada compartirla también con vosotros, amigos y amigas de este Vals de los Elefantes.

sábado, 13 de marzo de 2010

La carta de Delibes

Hace once años –aún no había terminado yo la carrera de Periodismo– la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE), a la que entonces yo pertenecía, puso en marcha o, mejor dicho, recuperó de las telarañas del olvido, un boletín o revistita interna llamada Mirador de Leganitos en la que desde el primer momento fui invitada a participar por el entonces presidente de la institución, José Gerardo Manrique de Lara.

Recuerdo que para el primer número el director de la revista (y de la Asociación), José López Martínez, quería que sacásemos una entrevista a Miguel Delibes, que acababa de publicar El hereje. “¿Te atreves a encargarte tú?”, me preguntó López Martínez, y yo, llena de ilusión por la posibilidad de contactar el maestro Delibes (aún cuando ya me habían advertido que sería muy difícil que pudiera visitarle personalmente), acepté ilusionada el encargo.

Estábamos en los albores del verano. La Asociación me facilitó un teléfono de contacto en Madrid, a través del cual pude hablar con algún miembro de la familia del escritor que me comunicó que Don Miguel ya se había retirado a descansar a su casa de Sedano, en Valladolid, donde pasaría varios meses. Allí, según me informaron, no había posibilidad de contactar con Delibes por teléfono, así que me recomendaron que le escribiera una carta con el cuestionario de mi entrevista, advirtiéndome de antemano que existía la posibilidad de que el escritor no me respondiera, no por falta de consideración, sino porque se encontraba muy cansado y delicado de salud, y cada vez le interesaba menos la vida pública.

De forma paralela, para facilitarme el contacto con el maestro, José López Martínez le escribió una nota en nombre de la AEAE rogándole que colaborase conmigo. Esa nota, que evidentemente llegó a Sedano antes que mi carta, recibió una inmediata y escueta respuesta en la que Delibes se excusaba diciendo que desde hacía tiempo no atendía entrevistas por carta, ya que le resultaba muy trabajoso. Pero yo no tuve noticia de eso hasta septiembre cuando, después de las vacaciones, hablé con el presidente de la AEAE y este se mostró sumamente sorprendido de que yo hubiera podido cumplir con mi encargo. Y es que, de hecho, un par de semanas después de enviar mi misiva, recibí una de las cartas que más ilusión me han hecho en toda mi vida: el sobre no llevaba remitente, pero el matasellos delataba su origen. Y dentro, como un tesoro, una sencilla tarjeta y dos cuartillas escritas con rotulador azul en las que, con una caligrafía casi indescifrable, el autor de Los santos inocentes respondía a mis preguntas de forma concisa pero con gran interés y agudeza, y hasta recogía mi invitación a autorretratarse en una caricatura, con dos dibujos que iluminaban la carta en un brillante color rojo.

Cuando ayer me enteré de la muerte de Miguel Delibes no sólo sentí, como mucha gente, que la literatura en Español acaba de perder uno de sus grandes nombres, injustamente tratado –en mi opinión– por la crítica internacional, sino que recordé esa carta que guardo bien preservada en un álbum junto a otras notas manuscritas de escritores como Rafael Morales, Sánchez Dragó, Manu Leguineche o Antonio Colinas. Ninguna de esas otras cartas es para mí tan querida y especial. Al posar mis ojos de nuevo sobre el papel de tono ahuesado y recorrer los remolinos de ese fino arroyo de tinta azul, pienso en la mano sarmentosa de Delibes trazando con su sempiterno pilot estas palabras dirigidas a mí, y me digo que el pulso que reunió el pensamiento en letras y palabras fue el mismo pulso cargado de años y de lucidez con el que, poco antes, Miguel Delibes, había terminado de escribir las maravillosas páginas de El hereje; que esa es la misma caligrafía con la que el más célebre autor vallisoletano afirmó sin lugar a dudas que La sombra del ciprés es alargada y nos llevó por El camino de la buena literatura cuando aún estábamos en el colegio.

Quiero compartir desde aquí ese manuscrito y la entrevista que salió publicada en noviembre de 1999, en el Número 1 del Año Cero de Mirador de Leganitos.





miércoles, 10 de marzo de 2010

Presentación de "Diario de un gato nocturno" de Javier Gato


Mañana 11 de marzo a las 20h.

Presentación de "Diario de un gato nocturno" (Ed. Cangrejo Pistolero) de Javier Gato
Librería Berkana (Hortaleza, 64), Madrid, a las 20:00
Presentan Lawrence Schimel y Gonzalo Escarpa
con la participación de Gracia Iglesias, Iñaki Echarte, Malicia Cool y Luna Miguel.