La performance se fundamenta en el dolor que sufren las personas que exponen su corazón; corazones alados que acaban en manos de cualquiera y que acaban siendo heridos -de forma a veces involuntaria- e incluso maltratados. Corazones que, sin embargo, no pueden renunciar a la libertad, pues enjaulados se marchitan y mueren.
Curiosamente, hace unos días, leyendo "La novela de la ópera" de Franz Werfel, encontré un pasaje que tiene mucho que ver con el concepto de mi performance. Me parece tan interesante que lo reproduzco a continuación:
"...no podía apartar de su corazón la congoja en que lo había puesto el
aparente desdén de que era objeto por parte de su amigo...
¿No le había pasado siempre lo mismo en la vida? A todos, a los amigos y a las mujeres se había acercado invariablemente con la desbordante impaciencia del hombre afectivo, del que llega con el corazón en la mano y nos lo brinda palpitante. La gente aceptaba con un no sé qué de condescendiente benevolencia, aunque tomando como en la punta de los dedos lo que se le ofrecía a manos llenas. Se le guardaban consideraciones, cuando lo que él necesitaba no eran atenciones, sino la pena correspondencia."
No hay comentarios:
Publicar un comentario