Entre aquellas de las que sí puedo hablar, están las experiencias que traje de Coruña, donde reencontré a buenos amigos como Gonzalo Escarpa, Elena Medel, Estelle Talavera, Ángel Petisme, Yolanda Castaño, Sofía Castañón y mi siempre querida y admirada Ana Rossetti; y también conocí a poetas y narradores a las/los que había leído y de las/los que había oído hablar, pero a quienes hasta ahora no había tenido ocasión de conocer personalmente y ver actuar en directo. Mi más preciado hallazgo a este respecto (con el permiso de todos/as los demás), fue Clara Janés, de quien me enamoré en cuanto empezó a hablar de su poesía y de su vida (y especialmente de su relación con Vladimir Holan) en una fabulosa velada-entrevista, en la que sólo se echó en falta que recitara alguno de sus poemas (ella misma, al concluir el acto, dijo que le habría gustado leer algo).
En fin, de mi breve actuación frente a más de 200 adolescentes, compartiendo escenario con Antía Otero y Antón Castro (ambos se cuentan entre los hallazgos estupendos que me traje de allí) se comentó mucho un pseudostreeptease que hice para demostrar lo que es en realidad la poesía. Pero la cosa no pasó a mayores -como podrán comprobar quienes entren al album de fotos del festival en Facebook- pese a que el revuelo entre aquel auditorio hiperestrogenado fue bastante grande.
Por la noche tuve la suerte de tomar parte en el primer recital colectivo en el que lo he pasado verdaderamente bien. Lo digo totalmente en serio. Es la primera vez en mi vida en la que he asistido a un recital múltiple en el que ninguna voz sobraba, todas eran diferentes, todas potentes, todas interesantes y con algo que decir. Poesía en su más elevada expresión, ante un público nutrido y respetando rigurosamente los tiempos pautados (¡esto es casi un milagro en este tipo de actos!). Fue una noche magnífica, en la que hubo vídeos, canciones –¡qué hermoso descubrimiento la maravillosa voz de Estíbaliz Espinosa!–, diversidad de lenguas –al menos castellano, gallego y bable–... vamos, una de esas veladas que te dejan buen sabor de boca y ganas de pedir “otra, otra, otra”.
Cuando me subí al avión de regreso a Madrid, después de haber disfrutado un batido de chocolate delicioso en compañía de mi nuevo-gran-amigo Sanmi (Juan Carlos Sanmiguel, el chico de la tienda de cómics, que me diagnosticó que soy una friki, me regaló tres talismanes mágicos y finalmente me llevó al aeropuerto), mi maleta pesaba más que a la ida, porque estaba repleta del cariño de mis amigos reencontrados y nuevos, de uno de mis tíos y su familia (que vive en tierras coruñesas y a quien también tuve ocasión de ver) y de todos los que hicieron posible el festival Coruña Mayúscula, empezando por Pedro Ramos, a quien quiero dar las gracias públicamente porque, junto a Javier Pintor y su estupendo equipo, nos trató de maravilla e hizo que nuestra estancia fuera muy agradable. También, por supuesto, me traje en los bolsillos el olor del océano, el sol, la sal, la canción de las olas y el viento de la costa. Así se entiende el exceso de equipaje.
Desde entonces hasta hoy he estado enredada en esa madeja de trabajo, obligaciones y sentimientos que es la vida diaria, sin actuaciones públicas reseñables. Por cierto, ahora que me acuerdo, tengo el Google-Calendar completamente vacío (o lleno de telarañas, como quiera mirarse) he de ponerlo al día, sobre todo ahora que la primavera ha llegado, aunque lo haya hecho disfrazada de invierno (el termómetro lleva días sin subir de 10 grados aquí donde yo vivo y el viento arrecia, y ha nevado y llovido y granizado…), bueno, digo, que ahora que estamos ya en la temporada de las alergias y las flores, empieza también la temporada de las jornadas culturales y las ferias del libro, así que se me avecinan algunas citas interesantes que aguardo con ilusión. En primer lugar el Día del Libro, durante el cual haré una presentación de “El Tren de los Ronquidos” en la sede de la editorial San Pablo, para un grupo de escolares del Liceo Italiano. Por la tarde, ese mismo día, presentaré y firmaré “Los Meagrada” en la librería El árbol de las letras (C/ Limón Verde nº25, Algete).
Después tengo pendiente de confirmación una pequeña performance sobre Miguel Hernández, de la que daré cuenta cuando tenga los datos completos. Y, ya en mayo, un viaje ilusionante: iré a Italia a presentar en Milán “I Meaggrada”, la versión italiana de “Los Meagrada”. Después, casi nada más aterrizar, volveré a salir de la Península para viajar esta vez a Ceuta, donde la inquietísima, cariñosísima, vandalísima y poetísima María Jesús Fuentes ha organizado un encuentro poético de dos días que promete ser memorable. Y, ya en junio, confío en poder viajar al sur (mi tan querido sur), con una visita a Andújar, donde he sido invitada a recitar, y a la que -con la ayuda de mamá-pájaro Lola Crespo- estoy intentando sumar una breve escapada a Sevilla (¡echo mucho de menos Sevilla y a todos mis amigos sevillanos!). Pero antes, a mediados de mayo (entre el 10 y el 13 concretamente), aquí en mi tierra alcarreña, estaré organizando mano a mano con Laura Rincón -como lo hacemos cada año desde hace ya más de cinco-, el festival de poesía de Guadalajara, ARRIVERSOS, que contará con un estupendo cartel pese a su modestia presupuestaria, pero no puedo anunciarlo hasta la rueda de prensa. ¡Ah! y entre tanto, si todo sale según lo previsto, habrá un nacimiento literario. La fabulosa ilustradora Susana Rosique y yo “salimos de cuentas” también en mayo.
Bueno, y hasta aquí la puesta al día, mis queridos elefantes. Este sería el momento de entonar el mea culpa y de prometer que no volveré a dejar esta casa tan vacía durante tanto tiempo, pero el día a día me aprieta, estoy atravesando tiempos complicados y no puedo prometer lo que sé que quizá no pueda cumplir. Prometo, eso sí, intentar no alejarme tanto de esta que es, de alguna forma, mi propia casa, aunque sea virtual.
(En la foto inicial, de izquierda a derecha: Ángel Zapata, Ana Rossetti, Sofía Castañón, Clara Janés y Gracia Iglesias (yo). La foto de grupo es de Alfonso Rego y en ella de izquierda a derecha, se puede ver a: Estelle Talavera, Ángel Petisme, Antía Otero, Elena Medel, Gracia Iglesias (yo), Eduardo Estévez, Pedro Ramos (organizador del festival), Estíbaliz Espinosa, Gonzalo Escarpa,Estevo Creus, Antón Castro y Sofía Castañón)
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