miércoles, 10 de agosto de 2011

15M o el poder de la ciudadanía

Siempre que un movimiento social que va en contra del statu quo adquiere dimensiones importantes hay muchos interesados en hundirlo empleando para ello la táctica del desprestigio. Evidentemente, cuando millones de personas salen a la calle, sean cuales sean los intereses que las unen (deportivos, religiosos, políticos o sociales), no es difícil encontrar infiltrados que nada tienen que ver con aquello que se conmemora o demanda y que aprovechan el alboroto para sacar tajada en beneficio propio, dar rienda suelta a sus instintos más primitivos y misántropos o, directamente, realizar actos delictivos y vandálicos; eso es algo que a nadie con dos dedos de frente se le puede escapar. Por eso, quienes se escudan en ciertos altercados o incidentes puntuales para manchar el nombre de un movimiento ciudadano tan importante y necesario como el 15M, cuyo legítimo objetivo es pedir justicia, democracia y una sociedad mejor en la que la ciudadanía tenga voz y voto y en la que dejemos de estar en manos de la oligarquía especuladora y plutocrática que rige el mundo, tildar a los llamados “indignados” que se suman a esa causa de perroflautas, okupas, vagos, marginados, delincuentes y otras lindezas por el estilo es, sencillamente, una barbaridad que sólo puede tener su origen en la ignorancia –caldo de cultivo donde la demagogia hunde alegremente sus raíces para dar sus frutos más perversos–, o en la alevosía de quienes ostentan el poder y no quieren renunciar ni a la más mínima parcela de sus privilegios, adquiridos a costa del sacrificio de miles de millones de personas en todo el planeta.

Si aquellos que critican sin saber, a partir de las informaciones parciales, descontextualizadas, inconexas y siempre intencionadas que ofrecen los medios de comunicación, adscritos indiscutiblemente a los mecanismos de poder, se tomaran la molestia de informarse debidamente, de ver más allá de las supuestas toneladas de basura generadas por los campamentos (cuando a uno le “desalojan” a golpe de porra todo lo que deja atrás se convierte en basura, aunque minutos antes fuera un techo para su cabeza o un cazo para hervir una sopa) y de los incidentes provocados por gentes ajenas al movimiento puro, si leyeran sin prejuicios los informes y comunicados hechos por los grupos de trabajo del movimiento o asistieran a alguna de las asambleas que son abiertas y de libre participación, posiblemente se oirían y leerían muchas menos barbaridades.

Aquellos a los que la prensa llama “indignados” acentuando con sarcasmo la palabra, no son (somos) una pandilla de iletrados pataleantes, o de “rojazos” desubicados, sino miles de personas de diversa procedencia social e ideológica, la mayoría cultivadas e informadas, capaces de analizar las causas que han llevado a nuestro país a la terrible crisis en la que se encuentra y de denunciar la falta de libertad y democracia a la que estamos sometidos partiendo de juicios razonados y de datos reales, en otras palabras, poniendo el dedo en la llaga. Y como una muestra vale más que mil argumentos, aquí dejo un enlace al lúcido Manifiesto de denuncia contra el Banco de España, el Banco Central Europeo y las agencias de calificación de deuda elaborado por la Comisión de Economía de Sol, que demuestra claramente cómo quienes lo han redactado saben de lo que están hablando.

Y a quienes aún piensan que los "indignados" son “cuatro pelagatos” les dejo estos vídeos de la acampada de Sol, de una asamblea en Madrid y de varios testimonios, con la recomendación de que se fijen en los rostros de quienes en ellos aparecen y los contrasten con sus prejuicios, quizá se lleven una sorpresa.







HASHTAGS DEL MOVIMIENTO
#15M
#cabemostodXs
#spanishrevolution
#asamblea
#consensodeminimos

Foto inicial tomada de FOTOGALERÍA LAS 20 MEJORES PANCARTAS DE LA ACAMPADA DE SOL

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuantísima razón tienes.

rafa dijo...

Nunca pensé que los"indignados" fuesen unos pelagatos, ni que sus reivindicaciones fuesen disparatadas, pero sí pienso que este movimiento no es nuevo, ya en los años 1956 a 1960 se dieron estas iniciativas juveniles, por cierto eran tiempos de una fortísima dictadura, y en Francia se manifestó y culminó en "el mayo del 68", casualidad en el mes primaveral, resurgir de las manifestaciones naturales.
Sinembargo tengo un problema fundamental, si esto no se consolida en un nuevo movimiento político, a dónde va?, ¿hacia una anrquía?, creo que eso no es rentable. Y si pretende que las estructuras actuales de la política "democrática" modifique sus fundamentos, estamos un poco jugando a cuentos de hadas.
Es verdad que la juventud actual ha sido formada conforme a los criterios filosóficos e históricos mas modernos, y pagada esa formación por los actuales guías de la política, pero no sabian que esa formación no se puede esconder y que reivindica su puesta en práctica, y que le saca los colores a los que la fomentaron, que acabaron con una dictadura y crearon otra, la dictadura de la democracia, no se trata de un militarote, se trata de un poder nuevo, el poder del capital. Lo peor es que la solucion es muy sibilina, ¿acaso hay que acabar con el dueño del capital,que son los actuales politicos y sus promotores en la oscuridad de la banca?. La solución es la de "todos pobres",o ¿la educación universitaria, según los nuevos criterios de solidaridad humana, de los actuales políticos?. Porque si este movimiento juvenil no quiere hacerpolítica, mucho me temo que a base de gritos y algaradas no se resuelva nada, y si crean un movimiento político tienen el peligro de contágio,pues el virus es muy fuerte,y la tentación muy grande.
Antes le hechabamos ,en España, la culpa al dictador. Ya se murió hace 35 años, ahor ¿de quién es la culpa?. Nos formamos en democrácia, y ahora quizá sea la solución una ¿"federación de republicas"?. No creo, porque el mal seguiría dentro de cada una.
Bueno es un lío, espero que la juventud lo tenga más claro.
Así podriamos seguir en un círculo vicioso, pero que no se rompa con la violencia, pues creo que no es la solución de nada. Romper la baraja deja sin jugar a todos.

Gracia Iglesias dijo...

Efectivamente, Rafa, muchos peligros acechan al movimiento 15M, pero si la humanidad se dejase paralizar por la incertidumbre o los riesgos nunca habría llegado a nada. Cierto es que el Mayo del 68 no acabó en lo que se esperaba, pero de él surgieron muchas cosas buenas, algunas de las cuales han llegado a nuestros días, así que no se puede dar aquel movimiento por perdido, pese a la desilusión generalizada que sucedió a aquella explosión de idealismo.

¿Que puede que al 15M acabe pasándole lo mismo? bien, pues es un riesgo que debemos asumir, pero no podemos ahogar la ilusión pensando que tarde o temprano la ahogarán otros. ¿Que el movimiento debe hacer política? Cierto, y es precisamente en esa línea en la que están trabajando las asambleas y las comisiones: en la de buscar una salida política viable a la encerrona capitalista en la que estamos inmersos. Por supuesto que eso tiene sus riesgos; claro está que la política conduce al poder y que el poder es un veneno que lo acaba corrompiendo todo, como me enseñó hace mucho tiempo un querido profesor de filosofía al hablar del pensamiento de Aristóteles y como he podido comprobar tristemente año tras año al descubrir el mundo real en mi camino hacia la madurez, eso, como digo, está claro, pero es que el 15M no pretende alcanzar una utopía irrealizable, sino sólo defender tres derechos fundamentales que deberían estar garantizados en una sociedad civilizada que se llama a sí misma democrática y que hoy por hoy están absolutamente maltratados: el derecho a trabajar dignamente y a vivir de ese trabajo; el derecho a tener una vivienda digna; el derecho a tener voz en las decisiones que atañen a todos por medio de unos representantes que, de facto, sean verdaderos portavoces de aquellos que les han otorgado el poder de tomar decisiones y de gobernar (lo cual, por cierto, hace obligatoria y urgente una reforma de la actual Ley Electoral, según la cual el voto de algunos ciudadanos y ciudadanas pesa menos que el de otros por ejercerlo en una determinada Comunidad Autónoma y no en otra). En definitiva: recuperar la dignidad y hacer limpieza porque, como decía Lord Acton: “el poder absoluto corrompe absolutamente” y hoy por hoy la banca y la política en sucia connivencia han llegado a tal grado de corrupción que la situación es absolutamente insostenible. Hay que hacer borrón y cuenta nueva, algo tiene que cambiar, y la única manera de cambiarlo de forma pacífica es buscando y ofreciendo alternativas desde una ciudadanía activa y políticamente comprometida, desde un compromiso que no significa militar en ninguno de los partidos que actualmente parten y reparten en el bacalao y son el mismo lobo con distintas pieles de cordero. Estoy con José Luis Sampedro cuando (en el vídeo que he puesto en esta misma entrada) a la pregunta de si otro mundo es posible responde: “otro mundo es SEGURO”.

No es, Rafa, el “todos pobres” que dices, sino el todos ciudadanos y ciudanas, todos dignos, todos responsables, todos activos, todos con derecho a una vivienda, a una educación, a una sanidad pagada con nuestros impuestos y nuestro sudor. ¿Una alianza de repúblicas dices? Bueno, nunca me lo he planteado así, supongo que lo sacas a colación por la creciente búsqueda de autodeterminación de las distintas autonomías que componen España. No sé si esa sería o no la salida, en todo caso, no oculto que yo soy republicana, porque, aún reconociendo el importante papel que jugó la monarquía para que nuestro país pudiera escribir uno de los episodios de su historia del que debemos estar más orgullosos, que es la Transición Democrática (en muy pocos casos una dictadura ha terminado de forma tan pacífica y civilizada), esa época ha pasado ya y es hora de reformar la Constitución, de que se anulen derechos que atentan contra la igualdad entre el hombre y la mujer, y que se acabe con gastos superfluos que no conducen a nada. Pero eso, creo yo, es otro debate.

Gracia Iglesias dijo...

Gracias por comentar en este modesto blog en el que, como sabrás si lo sigues, pocas veces hablo de política, pero es que hay momentos en los que no debemos permanecer al margen.Lo pongo en comentario aparte porque el otro era demasiado largo y blogger no me dejaba publicarlo con este apéndice de agradecimiento.

rafa dijo...

Es verdad que el hombre ha sufrido indignación desde que andaba con la cachiporra, y buscaba una cueva para su familia. Y siempre hubo uno "más listo" que se aprovechó de ello y se convirtió en lider para sacar de los demás hasta el tuetano.
He repasado la história y nunca encontré la solución, a quienes lo intentaron los eliminaron sádicamente, y los exibieron públicamente como ejemplo de ilusos y locos de atar. Incluso uno llamado Jesús, que derribó las mesas de los cambistas a las puertas del Templo,y descubrió el juego de los grandes sacerdotes con los grades señores del poder. A ese los crucificaron, y lo pusieron en la picota. Ese tambien tenia madre y pobres que le seguian (indignados) pidiendo pan y peces.
Gandi, Teresa la de Calcuta, Vicente Ferrer, todos buscaban la solución, y parece que solamente lograban un poco de admiración, pero el "Mal" sigue ahí. Creo que sin embargo la solución no está en la política, sino en el ser humano, es él el que debe ir tomando conciencia y convencerse de que los problemas no se solucionan con ayudas puntuales-que están bien para salir de un apuro-,sino enseñando a pescar.
Las soluciones de estos estados poderosos, donde el poder del dinero ya está reflejado en "el becerro de oro", creo que está, como bien dices, en una nueva tabla de las Leyes. El problema está en que esas Leyes sean justas, y mientras estén hechas por seres humanos, nunca serán Justas, siempre serán sufridas por otros. Un saludo. Rafa.