martes, 31 de agosto de 2010

Weinböhla y Dresde (Alemania)

¡Ya estoy de vuelta! Tras un fabuloso y productivo viaje a tierras alemanas y unos pocos días de descanso junto al mar, ya estoy de nuevo en casa (hogar, dulce hogar) y con las pilas puestas para afrontar el próximo curso a pleno rendimiento.

Como ya os anuncié, mi viaje a Dresde a mediados de mes tuvo dos objetivos: participar en el festival de cultura oral Magia Mundi y realizar un perfo-recital en la galería Kreative Werkstatt, sin embargo, tuve tiempo, además, para hacer un poco de turismo y disfrutar de muy gratos momentos en compañía de mis anfitriones, Andreea y Hannes, en cuya preciosa casa, la KlangHütte me alojé durante los primeros días de la semana, hasta que empezó el festival.

El nombre de KlangHütte significa, más o menos "choza del sonido" y se debe a que Hannes, músico medioambiental y luthier, tiene una fabulosa colección de instrumentos musicales procedentes de todo el mundo y fabricados por él mismo, que ocupa toda la planta principal del edificio. Allí están los talleres de mis amigos (el de fabricación de instrumentos y el taller de artesanía de Andreea) y también dos salas que a la vez son una especie de museo y espacio de interpretación, donde gustan de celebrar veladas musicales de improvisación con sus amigos. A la derecha podéis ver la casa y, pinchando en el enlace podéis echar un vistazo a algunos de los instrumentos que fabrican. Bajo estas líneas un momento de la velada musical que organizaron a mi llegada para que conociera a algunos de sus amigos.

En este tipo de veladas todo el mundo participa, no importa si se tienen o no conocimientos de música. Hannes pone a disposición de los invitados una selección de instrumentos de viento, cuerda y percusión y cada uno elige aquel que le apetece tocar. Al principio el sonido resultante es un caos cacofónico en el que se escuchan tímidos intentos de melodía y toques dubitativos, pero entonces alguien encuentra un ritmo y poco a poco, uno tras otro, los demás participantes se van sumando hasta armonizar su pulso con el de los demás; entonces nace la música. Como en el fascinante relato de El Silmarillion titulado "La música de los Ainur", la música se apodera de los individuos y los transforma; la música de los que no saben hacer música es en ese instante la catarsis más bella.











Pero, además de estos momentos musicales, tuve tiempo de recorrer en bicicleta la ribera del Elba, desde Weinböhla (municipio en el que se encuentra la casa de mis amigos), hasta Meissen, conocida como "la cuna de Sajonia". E incluso dediqué un día entero a recorrer las calles de Dresde, desde el vestusto y turístico Altstadt (ciudad vieja), hasta el colorido y bullicioso Neustadt ("ciudad nueva"), en el que cada edificio te sorprende con su explosión creativa y es posible encontrar casi cualquier cosa. Allí, en el Neustadt, brilla con luz propia el Kunsthofpassage, un entramado de plazuelas y callejones decorados por artistas y ocupados por terrazas y tiendas de artesanía. Uno de sus muchos atractivos turísticos es esta fachada musical que se convierte en un ser vivo de sonido y agua cada vez que llueve:


En mi próxima entrada os enseñaré algunas fotos del perfo-recital "Quid pro Quo" que realicé en la galería Kreative Werkstatt.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenida, ya te echaba de menos. Si llego a saber que vas a casa de unos músicos te hubiera encargado algo, si es que los venden. Por aquí todo igual, estudiando y algo nerviosa por nuestro gran día.

bsssss

Gracia Iglesias dijo...

Hola Dormilona, pues creo que sí venden los instrumentos que fabrican, aunque no es su actividad principal. De hecho les gusta más enseñar a hacerlos. Imparten unos talleres geniales de fabricación de instrumentos musicales, tanto para público infantil como para adultos. A mi me encantaría que hicieran estos talleres en España, por lo que estoy buscándoles sitios donde puedan actuar. Creo que los talleres resultan muy económicos y son interesantísimos, porque al final cada asistente tiene su propio instrumento (flauta, salterio, xilófono, tambor... uno o varios, según la dificultad y el tiempo del taller) con la satisfacción de haberlo fabricado con sus propias manos, y se hace una sesión de improvisación para probarlos, ¡es genial!

Si conoces alguna asociación, escuela, taller o centro que pudiera estar interesado en uno de estos talleres dímelo, para intentar gestionar una "tourné" por España.

Un beso y ¡suerte en tu gran día!, ¿cuándo es?

Anónimo dijo...

Hola Gracia:

Pues precisamente nosotros somos una Asociación, pero tendríamos que hablarlo. No obstante hay una cantautora de folk que también organiza talleres. Vanesa Muela, es de Valladolid y bastante oída.Creo que controla bastante de folklore y de instrumentos tradicionales. Bueno es una proposición, aunque se la tendrías que hacer a ella.

El gran día, el 4 de Diciembre... En fin, no me quiero agobiar porque tengo muchas cosas que solucionar antes.

bss

Encarna dijo...

qué buenos viajes haces! y haciendo cosas interesantes, qué bueno.
me ha dejao boquiabierta el video, es impresionante! esta chulisimo! gracias por compartirlo.
besos!

Gracia Iglesias dijo...

Querida Dormilona, no te agobies, que todo va a irte bien. Queda mucho tiempo hasta el 4 de diciembre y seguro que puedes organizarlo todo sin problemas. En cuanto a lo de los talleres, estoy segura de que a Vanesa Muela podría interesarle, ¿podrías ponerme en contacto con ella de alguna manera? Si quieres pregúntale si puedo escribirle un e-mail y en caso de que te diga que sí, mándame su dirección al correo.

Querida Encarna, gracias por seguir visitando este blog un curso más. ¡A que és flipante lo del agua! Yo también sigo tus entradas con mucho interés.

Un beso a las dos.

Laura dijo...

Fíjate que de todos los libros de Tolkien "El Silmarillion" no es uno de mis preferidos, por eso, me alegro q se haya creado algo emocionante y singular a partir de él. Tolkien estaría encantado

Gracia Iglesias dijo...

Bueno, Laura, a mí también me gustan más otros libros de Tolkien, pero la verdad es que la cosmogonía del Silmarillion a partir de la lucha entre el caos y la armonía en el capítulo "La música de los Ainur" siempre me ha resultado fascinante. Por eso lo he tomado como ejemplo para explicar de algún modo lo que pasaba en las veladas musicales de la KlangHütte; esa especie de experiencia trascendente a través de la cual el ritmo nos poseía y dejábamos de ser individuos para convertirnos en música.
Gracias por visitar y comentar ;)

Julie Sopetrán dijo...

Hola Domadora de elefantes!!!! Me ha dado mucha alegría verte en uno de mis blogs, gracias por tu visita. Ya veo que estás corriendo mundo, eso es maravilloso. Te felicito por tus éxitos y sabes que te sigo aunque no nos veamos. Tengo una muy buena noticia... creo que saldrá nuestra Antología, por fin!!! A ver si un día charlamos y podemos vernos. Te admiro siempre, por tu magnífico trabajo, por tu poesía, increíble. Besos amiga.

Anónimo dijo...

Hola Gracia:

Para ponerte en contacto con ella, sólot tienes que ir a su página web. Yo no he intercambiado palabras con ella, pero sí he compartido escenario. No creo que le moleste, ya que ella se dedica a esto. Puedes decirle que te he hablado de ella. Dile que soy del grupo No solo folk de Olmedo. Ya te digo que yo no he hablado con ella, asi que no creo que le moleste que le escribas.

Un besazo. A ver si hablamos, pero DE VERDAD...

jajaja

bss. Estefanía

Gracia Iglesias dijo...

Querida Julie, efectivamente, aunque no nos veamos mucho te sigo en la Red a través de de tu blog. ¡Qué buena noticia eso que me cuentas sobre la antología! Ya me irás informando cuando tengas más detalles. Yo también tengo entre manos una idea para revitalizar la poesía en Guada, pero aún es sólo eso: una idea. Te iré contando en cuanto pueda concretar.

Gracia Iglesias dijo...

Muchas gracias por la información, Estefanía. Me pondré en contacto con Vanesa y ya te contaré qué tal me va.