jueves, 12 de junio de 2008

Al Árbol Sabio

Ese es el significado de su nombre, aunque en realidad Hideki era un ave de paso. Antesdeayer se fue definitivamente y los que tuvimos la suerte de conocerle vamos a echarle mucho de menos. Samurai contemporáneo y japonés a la española; guardián de secretos; palabra de honor; hedonismo y disciplina en sorprendente equilibrio; rebelde con causa y padre preocupado; amante del mundo rodeado de arte y artista a su manera cuando se encaramaba a las ramas de una filosofía propia a altas horas de la madrugada y te mostraba fugazmente –como en un parpadeo- la vida tal y como él la comprendía. Discreto, serio cuando hacía falta, alegre entre la gente joven, socio, colega. Conclusión: AMIGO.

Desde aquí este homenaje a quien me enseñó muchas cosas cuando daba mis primeros pasos en el negocio del arte, y con quien brindé el día que vendí mi primer cuadro. Sin él habrá un hueco en Catarsis.

También, desde aquí, un recuerdo para otra buena amiga de la galería que se fue en silencio hace ya varios meses y a quien entonces no tuve ánimo para despedir públicamente, porque su marcha dejó en mi corazón una tristeza enorme: Milagros Ayala. Un beso, Milagritos, estés donde estés.

FOTO: Hideki -a la derecha y con pañuelo palestino-, conmigo y con el joven Io, un amigo fugaz al que conocimos en la feria de arte de Salamanca hace algunos años (ya no recuerdo exactamente cuantos). La feria había terminado y, después de empaquetar todos los cuadros y cenar juntos, nos fuimos a tomar algo al bar Milenium. A Io no le volvimos a ver nunca, porque también era un ser de espíritu trashumante; Hideki se identificó mucho con él y yo nunca olvidaré aquel día.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

La noticia de muerte de Hideki me ha llegado como un mazazo, no podía creerlo, no conocí tanto a tus dos amigos que hoy con tristeza recuerdas, pero si te puedo asegurar que en su breve paso por mi vida me han dejado un recuerdo muy bello, los dos me llenaron de tranquilidad en momentos que los necesité, Milagros el día de tu boda consiguió que pudiera disfrutarla y que con su presencia, como si de un angel guardian se tratara, hizo que todo saliera fenomenal.
Hideki te acompañó cuando dabas tus primeros pasos fuera de casa en el mundo del arte, y como un Samurai modern te defendió enseñó y cuidó. Siento que no esté para cuando decidas hacer tu anhelado viaje a Japón.
Comprendo tu tristeza y te acompaño de todo corazón en tus sentimientos.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Ave de paso fue y es tu amigo. Al final eso somos. Aves libre de paso. Hideki, me gusta nombrarle.  
escribir esa conjunción de letras.
Me dejó pensativa una frase tuya: “A Io nunca más volvimos a verlo”. Pienso en esa frase, que lleva mucho transfondo y a pesar de ello no lloras su ausencia -a pesar de ser amigo fugaz-. No llores por ello tampoco a Hideki, probablemente sus almas caminen junto a ti, independientemente de dónde se esconda su latido. Son nuestros queridos desaparecidos pero tan amados que acompañan en nuestras orillas. A veces pienso que esto de la muerte es una cuestión de concepto.
Ya su nombre me parece mágico...
Además, parece sabio en la foto.
Estas palabras también las hago extensibles a tu mencionada y querida Milagros.
Ya lo sabes, muchos besos a P. y a ti.

Anónimo dijo...

HIDEKI SAN

"Caen las lágrimas este mes de Junio.
Orgulloso del camino que recorrimos juntos.
Recuerda: la cabeza siempre alta Hideki.
Ahora tendrás el mejor escenario para tu Arte.

Siempre estarás en mí."

Juanma

aaaa dijo...

Te conozco a través del blog de Nuria, vendré más a menudo, estabas estupenda de "elefante"

bss

Antonio Paniagua dijo...

Hola, domadora. No sé si ha salido un comentario que he enviado antes. En cualquier sólo quería decirte que siento que esté triste por la pérdida de Hideki. Ojalá las satisfacciones de tu 'Mono loco' te hagan más llevaderos momentos como éste. un abrazo.

Rafa dijo...

Lo he sentido como un latigazo, pero despues pensé que si se iba tenía que irse así, como cuando le conocí, de una sola vez. Siempre le recordaré como era, con una sonrisa a pesar de..., amable, pero sin perder de vista el horizonte, por eso creo que lo único que ha hecho es integrarse en ese horizonte, y por lo mismo estará siempre con nosotros.
No me extraña no extrañarle, porque Hideki siempre permanecerá en la memoria de todos sus amigos.
Que gran suerte tienes de conocer a gente tan peculiar, porque se van y permanecen, nunca tendremos que recordar como con otros: ...si hombre acuerdate de aquel que era, y decía, ... pues no caigo...,Esto con Hideki y Milagros nunca pasará.
Un beso.
Rafa.

Isabel Mercadé dijo...

Querida Gracia,
Ayer, cuando te escribí a Milit. no había visto este post. Precioso homenaje a un amigo, a dos (incluso a tres, como dice Nuria). La desaparición de un amigo es muy rara. No es como la familia. Es otra cosa. De alguna manera, se quedan. Están siempre aquí. A veces incluso, pregunto al cielo, y me parece oír la voz de Sofía, que se fue hace 10 años, responderme.
Un cariñoso abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Gracia!

Soy Amanda de BLasfemia, nos conocimos en EDITA...

Que lindo blog, y qué sorpresa encontrarme con el VAls de Sostakovich... me encanta y me recuerda cuando estaba en la orquesta y lo tocábamos... de pronto se aparecieron recuerdos de los mejores años de mi vida!

Gracias... y estamos en Contacto!

Gracia Iglesias dijo...

Gracias a todos por vuestras muestras de cariño.

Rafaela, yo también te leo en el blog de Nuria y a veces he pasado por el tuyo, me dejaré ver algún día por ahí.

Antonio, gracias por la visita, me encanta tu blog y lo he puesto en mi reader.

Amanda, qué gusto reencontrarte, ¿tienes blog? Espero que sigamos en contacto.

Un beso fuerte a todos.

Anónimo dijo...

Hola Gracia,
pondré una nota optimista a esta partida de Hideki, ya que, después de pensar mucho en él comprendí que se fué de la mejor manera, de un golpe, como quien no quiere la cosa. Así llegaba él a nuestras vidas y así se ha marchado. pero vivió, vivió como quiso, nos echamos muchos vinos y muchas risas y hasta lo vimos disfrutando en Sevilla, en el mítico Perejil... ¿Pero qué coño hacía un marchante Samurai en el Perejil?
Pues pasrlo bién.

Hasta dentro de un rato, Hideki.