La poeta y traductora Natalia Carbajosa, que ha llevado al inglés varios poemas de mi libro Distintos Métodos para hacer elefantes, me ha enviado el número de otoño de la revista de traducción literaria METHAMORPHOSES de Massachusetts, en el que aparecen dos poemas míos en su versión original en castellano y traducidos al inglés por ella.
Se trata de una publicación seria, con apariencia de libro, en la que se recogen aportaciones de traductores de distintas partes del mundo, con la particularidad de que todos los poemas aparecen en su versión original y transcritos en inglés. Eso le da al volumen un aspecto bellamente exótico, especialmente cuando las lenguas madre gozan de alfabetos propios, como es el caso del hebreo, el griego, el árabe, el japonés, el ruso...
En este número, en concreto, pueden leerse textos traducidos del portugués, letón, sueco, francés, italiano, español, griego, griego antiguo, hebreo, alemán y japonés.
El castellano está especialmente representado en este número ya que, además de los poemas de Mila Ramos y Gracia Iglesias (osease yo misma), traducidos por Natalia Carbajosa, incluye obras de Cristina Fernández-Cubas (traducida por Andrea E. Olsen), Espido Freire (traducida por Toshiya Kamei), una reseña crítica de la traducción recién publicada de los Discursos de sobremesa de Nicanor Parra (llevados al inglés por Dave Oliphant) y una reseña crítica del libro An Anthology of Nineteenth-Century Women's Poetry from Spain: In English Translation, with Original Text de Anna-Marie Aldaz y W. Robert Walker.
Aquí os dejo los dos poemas aparecidos en Methamorphoses. Fall 2009 Volume 17 - Issue 2
HABÍA UNA SIRENA EN MI VASO DE AGUA
Al principio no supe distinguirla;
miré el vidrio al trasluz
haciéndolo rodar entre mis dedos, con el brazo extendido.
Algo giraba al fondo y provocaba
una lluvia ascendente de pequeños planetas invisibles.
Por favor camarero,
creo que ha confundido mi bebida.
Pero entonces saltó
y el brillo de su cola
fue un látigo de luz sobre mis ojos.
Sorpresa mitológica.
Aquella mujer pez del tamaño de un diente
hacía piruetas,
buscaba mi atención sin disimulo.
Estuve contemplándola un buen rato.
¿Desea alguna cosa?
Todo está bien, disculpe. Sólo ha sido un error.
¡Qué hermosa era!
Tan ágil,
tan perfecta.
Cerré los ojos.
Me la bebí de un trago.
GRACIA IGLESIAS
I couldn’t make her out at first;
I held the glass towards the light
rolling it in my fingers, arm out-stretched.
a rising rain of small invisible planets.
Waiter please,
I think you gave me the wrong drink.
But then she leapt
and her shining tail
was a whip of light in my eyes.
A mythological surprise.
That fish-woman the size of a tooth
was pirouetting,
openly seeking my attention.
I gazed at her for ages.
Anything else?
It’s alright, sorry. It was just a mistake
How beautiful she was!
So agile,
so perfect.
I closed my eyes.
I drank her up in one gulp.
GRACIA IGLESIAS
Mis elefantes tienen la trompa de colores
y duermo más feliz cuando me escriben
desde un lugar de sol en plena selva.
GRACIA IGLESIAS
AN INTOXICATING PLEASURE
My elephants have colored trunks
and I sleep easily when they write to me
from a sunny place in the middle of the jungle.
GRACIA IGLESIAS