miércoles, 25 de enero de 2012

Txus García (tres poemas)

Txus García, poesía para niñas bien, Cangrejo Pistolero EdicionesLeo despacio, y cuando se trata de poesía más despacio aún. Tengo que degustarla, sentirla, asimilarla y, si el poema que tengo entre las manos lo permite, lo interiorizo, me lo apropio, lo cargo de significado, lo lleno de imágenes y de sentido, un sentido único, mío, especial. Esa es, a mi modo de ver, la única manera válida de leer poesía. Por supuesto, no todos los libros me llegan igual y, dentro de un mismo libro, no todos los poemas me trastocan, aciertan en el centro de mi diana interior. Por eso valoro más aquellos que lo hacen.

Ahora ando con Txus entre las manos, leyendo a sorbos lentos su "Poesía para niñas bien (Tits is my bowl)" (publicado por Cangrejo Pistolero Ediciones) que encaja perfectamente con la imagen que de ella me he formado a través de las redes, en las que su presencia es incansable. Su libro, rosado como un clítoris en llamas, contiene al mismo tiempo verdad y personaje: es puro cabaret (de sentimientos).

Aún me queda mucho por saborear de este título y no puedo decir que todos los poemas me estén gustando de la misma forma, pues en esta ruleta de vitriólico acento teñido de ternura, erotismo, desengaños, pasión, verdades y dolor, hay un solo escenario que es el propio conflicto de su autora y a veces es difícil entrar en sus dominios: nos lo pone difícil deliberadamente. Personalmente, me cuesta apropiarme de los poemas explícita y hasta brutalmente lesbios (“Hueles a sexo, nena. /Apestas a vagina, a clítoris hambriento / de salvajes fricciones” ) en los que la interiorización exige un absoluto posicionamiento sexual. Sin embargo me encanta la omnisexualidad que envuelve gran parte del libro y de la que son buen ejemplo mis tres poemas favoritos -hasta el momento-, que reproduzco a continuación, empezando por el maravilloso “Arte práctico de hacerse interesante al bello sexo” , que ha pasado a formar parte de mi particular colección de textos memorables.

ARTE PRÁCTICO DE HACERSE INTERESANTE AL BELLO
SEXO

A ver
pues se trata de ser muy, muy precavida
y esconderle
cualquier deseo banal.
nadie dijo que fuera fácil
atraer a las damas.

Es como ir besando el doble filo
todo el rato,
tratando de pasar por tu corazón
de puntillas,
sin herirte
ni exigirte,
ni clavarte las espuelas,
sutil todo
–como quien no quiere la cosa–
ahora un detalle,
ahora un roce,
ahora un beso,
e intentando estar siempre
por casualidad a tu lado,
allí,
sin que se me note,
pero en el momento justo.
Entonces,
un, dos, tres … splash!
Ya me tienes ahí
y vas
y me quieres,
por pesada,
por torpe
y por tierna.


LA BELLEZA
La belleza
no era Stendhal,
ni trazos,
ni corcheas,
ni colores,
ni atardeceres,
ni niños jugando,
ni damas desnudas,
ni paisajes de ensueño.

La belleza es la piel de gallina
cuando me dices
–amor, ven–
al oído.



LA SALVACIÓN


“Te amaré hasta mi muerte.
Voy a tratar de no morir demasiado pronto.
Eso es todo, todo lo que tengo que hacer.”
(Marguerite Duras)


La salvación
es el beso.

Rozarte labios
(anotar
cada
uno
de
sus
pliegues).
Ligera humedad,
aletear de lengua,
aliento colibrí.

La salvación
es atreverse a viajarte
la boca,
la vida.
Nada más que eso.

lunes, 23 de enero de 2012

Presentación de “Poemas para la NO posteridad” de Fernando Mansilla. Jueves, 19 de enero de 2012. Librería Arrebato (C/ La Palma, 21. Madrid)

Un día cualquiera vas por una calle cualquiera y te cruzas con un tipo cualquiera: delgado, modesto y cincuentón, con los hombros un poco echados hacia alante, como si llevara una carga o quisiera esconderse de sí mismo. Fernando Mansilla, Poemas para la no posteridad, Cangrejo Pistolero Ediciones
“No puedo vivir así no puedo seguir así. Ese acoso continuo. / Ese cosquilleo en el estómago. Esa desazón. / Las cuentas del banco en números rojos / hipotecas / las letras devueltas /demandas / la luz / el teléfono / el agua / Hacienda / pagarés / recibos”.

Pero la única carga que aparentemente lleva es una bolsa de Ultramarinos Contreras.

“Cuarto kilo queso en lonchas y siéntese en esa silla señora Isabel y repose y deje pasar el tiempo y si no tiene dinero traiga que se lo apunte en esta libreta con tapas de cartoné”. / “Cuando cierren los Contreras, soplarán extraños vientos en el barrio”.
Sí, como he dicho, es un hombre cualquiera, nadie del otro jueves. Un homo-SOFApiens, amo de “un mundo Renault” que hace “ese tipo de cosas que hacemos los humanos”: se busca “en las veredas del Google” y después, mientras espera que no se agote el saldo de su Nokia, condenándole a muerte, deja fluir la vida arrellanado viendo pasar el mundo por las ventanillas de su sofá.


“Siempre hay algo maligno que hacer despatarrado en un sofá.”

Fernando Mansilla, Gracia Iglesias, Cangrejo Pistolero Ediciones, Arrebato Libros, Poemas para la no posteridadPero entonces te das cuenta. Mientras esperas a que se ponga en verde el muñequito del semáforo para que ambos sigáis vuestro camino, te fijas en su pelo, en su rostro, y decides que aquel hombre te recuerda un poco al capitán Spock. No sabes bien por qué, quizá porque, ahora que lo observas detenidamente, no parece ser de este planeta. Es como si tratara de ocultarse, como un camaleón, camuflado al otro lado del satélite. Como si, en sus esfuerzos por volverse uno más, hubiera sobrepasado el límite y de tan humanamente humano no pudiera ser otra cosa que un genuino extraterrestre. Ese tipo que –ahora ya lo sabes, es una certeza– está sólo en la luna, en realidad procede de un planeta lejano en el que es obligatorio guardar luto en las uñas por los grillos muertos, donde uno puede hablar con el microondas y el llavero electrónico del coche y donde “amor” es tan sólo una palabra y matar unicornios es un delito penado en el código treinta y un mil trescientos trece.

Y tras la epifanía se produce el milagro. Aquel hombre cualquiera se sube a un escenario y se transforma en FERNANDO MANSILLA (en eFe eMe), frecuencia modulada de una voz que todo lo inunda convirtiendo al Leonard Nimoy de mi semáforo en un transfigurado Leonard Cohen charnego que despierta pasiones y es capaz por igual de llenar un teatro y una sala de rock, de hacer grafitis con sangre de sus venas y conspirar contra sí mismo mientras despliega toda su Literatura de baile.

Fernando Mansilla, Poemas para la no posteridad, Cangrejo Pistolero Ediciones, Arrebato LibrosAhora ya comprendo aquello que escribió Alicia Cifredo: “Mansilla: el actor, el autor, el músico. El poeta, el rapero, el dramaturgo, el cuentista, el novelista, el clarinetista; el artista de calle, de grandes y pequeños teatros, de bares, de barras, de aseos, el artesano; el locutor, el narrador, el recitador ,el adicto a la vida y a la muerte, el abstemio, el borracho; el diletante, el elegante, el santo, el hijo de perra, el eterno ilusionado, descubridor y conquistador; el maldito, el laureado, el consagrado; el hermoso, el feo, el íncubo y súcubo, siempre ángel y diablo, el divino mortal”. “Superviviente de todas las movidas, de todas las contraculturas, de todas las drogas, de todos los premios y de todas las subvenciones, de todos los programas de rehabilitación” .

Fernando Mansilla, Gracia Iglesias, Poemas para la no posteridad, Cangrejo Pistolero Ediciones, Arrebato librosEscuchar a Mansilla es una experiencia que no admite vuelta atrás: es imposible quedar indiferente. Sus espectáculos, repetidamente premiados (tiene entre otros el Premio de Teatro Hermanos Machado, el del Festival de Otoño de Salas de Teatro alternativo de Madrid, el Maximino de Honor, el Escenarios de Sevilla, y al Mejor Espectáculo en Málaga) sus espectáculos son, digo, el cóctel perfecto entre jazz y cabaret, música y teatro, excelencia interpretativa y máxima economía de recursos escénicos. Y en la base de todo ello, en el esqueleto de ese cuerpo total que es su obra, dentro y fuera de escena, está la poesía. Una poesía rítmica, vitriólica, cargada de ironía, que siempre da en el clavo y hace que se nos pinte una sonrisa de esas de medio lado, porque, como si nada, sin darse la menor importancia, fijándose en lo más intrascendente, Mansilla trasciende y pone el dedo en la llaga de las angustias, esperanzas y desvelos de nuestra sociedad y se burla de todos y de todo.

Se da la curiosa paradoja de que, hasta ahora, Fernando Mansilla era uno de los escritores de culto más premiados y aplaudidos sin haber editado nunca un libro. Volver a sus palabras era una carrera de obstáculos: o buscabas el modo de repetir la experiencia de escucharlo en directo acompañado de sus ya inseparables Espías (los músicos Luis Navarro y Javier Mora), o rastreabas el globo a la caza de alguno de sus discos de indiscutible éxito en cuanto a crítica pero de extremadamente precaria distribución. La experiencia de la lectura, con lo que tiene de asimilación, de alimento interior, de reelaboración propia de las palabras del autor asimilándolas a nuestra propia vida, esa, nos estaba vedada, porque, sencillamente, no existía libro alguno. Hoy, por suerte, Cangrejo Pistolero Ediciones ha reparado este imperdonable fallo de la literatura y nos pone en bandeja la oportunidad de disfrutar de la mordacidad burlona y certera de Fernando Mansilla, gracias a esta colección de “Poemas para la NO posteridad” ilustrados por Antonio Gª. Villarán, que son como una especie de greatest hits del autor, una selección de los textos más significativos de sus diferentes espectáculos: “poemas mortales, condenados a morir mientras son leídos, escritos por si acaso, por si no hay futuro, por si no existen los espíritus, o por si resulta que al final la poesía no es eterna”.

Fernando Mansilla, Julieta Mansilla, Luis Navarro, Javier Mora, Cangrejo Pistolero Ediciones, Poemas para la no posteridad, Arrebato LibrosPoemas, sin música esta vez, que se ofrecen vírgenes a quienes todavía no hayan tenido la ocasión de escucharlos en la profunda y hermosa voz del hombre que los escribió, pero que guardan dentro los ecos de su personal tesitura para quienes, como yo, como ustedes –algunos desde hace tiempo, otros desde esta misma tarde–, tenemos placer de conocer en persona a Fernando Mansilla.



Gracia Iglesias Lodares

domingo, 15 de enero de 2012

Fernando Mansilla en Madrid. ¡No os lo perdáis!

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El próximo jueves, 19 de enero, a las 20,30h. en la librería Arrebato de Madrid (C/ La Palma, 21), Fernando Mansilla presentará su libro "Poemas para la no posteridad", publicado por Cangrejo Pistolero Ediciones. Si no conocéis a Mansilla es urgente que lo conozcáis ya, no os arrepentiréis de ello. Si ya lo conocéis no tengo nada más que deciros porque sé que no podréis resistiros a su genialidad. En cualquier caso, no podéis perdéroslo.