El nuevo espacio que la cadena de distribución de ocio y cultura FNAC ha abierto en Madrid, (más concretamente junto a El Corte Inglés de Nuevos Ministerios) mantiene el estilo y las formas de la sede central de Callao, pero en formato más reducido y, en cierto sentido, más acogedor. Allí el “forum” (como la FNAC llama a sus salones de actos) coincide con la cafetería y está a puerta de tienda, lo que permite que visitantes y clientes que quieran tomarse un café o descansar un rato de sus compras se sorprendan encontrando una proyección de pájaros azules o a una mujer vestida de negro que disecciona un cráneo con cerebro de cebolla. Eso es exactamente lo que ocurrió el pasado jueves, cuando, arropada por familia y amigos, presenté allí mi poemario “Gritos verticales”. 
El acto se abrió con la proyección del vídeo-trailer del libro, basado en las ilustraciones de Ana Arcas, y a continuación Chuso y Julián Moreno hicieron su presentación que, como ya ocurriera meses atrás en La Central del Reina Sofía, fue todo un despliegue de cariño, cercanía, conocimiento del libro y de la autora y, sobre todo, sentido del humor.
Después comparecí yo, ataviada con mi ya clásico mono blanco aislante y, tras recitar acompañándome de un salterio y de los adminículos habituales, cerré la presentación leyendo algunos poemas fuera de guión y contando una anécdota sobre cebollas, cuchillos y puntos de sutura que provocó al tiempo estupor y carcajadas, en contraste con la tensión creada por los poemas más oscuros del perfo-recital.
Agradezco mucho la presencia de cuantos estuvisteis allí, arropándome y demostrándome, una vez más, vuestro cariño.
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