sábado, 28 de abril de 2007

ZAPATOS

Estos zapatos tienen hipo
y me hacen tropezar a cada instante.

Caigo de cara contra el tiempo
y ruedo horas abajo hasta que me hundo
en un charco de días estancados.

La hierba crece entorno a mis tobillos.

Ahora
el suelo abre sus fauces
y engulle la pisada.
No puedo liberarme aunque lo intento;
los guantes de mis pies se aferran a su huésped,
creo que es un complot de las hebillas.

Al fin,
después de siglos
o meses
o segundos,
logro elevar mi pierna y dar un paso.

Camino.
La resaca me aprieta el dedo gordo.

Sopecho que al tacón le duele la cabeza.
Mejor será que ahora
permita que descansen unos días
debajo de mi cama.

Pur mucho que lo pienso no llego a comprender
porqué se emborracharon mis zapatos.

Gracia Iglesias, del libro Sospecho que soy humo, Ed. Torremozas, 2002
A petición de Zita Santiago

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias... :D

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Permíteme publicar este poema que subtitulo Los zapatos habitados, en un trozo de rascacielos que no tiene suelo.